Un nuevo estudio revoluciona la comprensión de la edad lunar. Astrónomos, empleando modelos de mecánica celeste, han determinado que la Luna se formó mucho antes de lo que se pensaba, casi simultáneamente con el sistema solar. Si bien la teoría del impacto gigante –la colisión de la Tierra con un protoplaneta– como origen lunar es ampliamente aceptada, su antigüedad ha sido motivo de debate. El análisis de rocas lunares, con una edad estimada de 4.350 millones de años, sugería una formación relativamente tardía, unos 200 millones de años después del nacimiento del sistema solar (hace 4.560 millones de años). Esta discrepancia, incompatible con los modelos de formación planetaria y la presencia de cristales de circón de más de 4.500 millones de años, llevó a los investigadores a una conclusión innovadora.
La clave reside en una segunda fusión lunar, provocada por las fuerzas gravitatorias terrestres. Este evento, ocurrido aproximadamente 55 millones de años después del inicio del sistema solar, fundió parcialmente la corteza lunar, borrando las evidencias de su formación inicial y “reiniciando” los relojes radiactivos de las rocas. Este proceso, que duró unos pocos millones de años, explica la aparente juventud de las rocas basálticas lunares, ya que su edad refleja la última cristalización tras la refusión.
La interacción gravitatoria Tierra-Luna también provocó un cambio orbital caótico, generando enormes fuerzas de marea que ocasionaron un importante vulcanismo y la modificación de la superficie lunar. Este fenómeno, similar al que se observa en Ío (una luna de Júpiter), explicaría el menor número de cráteres de impacto que se observa en la Luna, ya que el magma procedente de la segunda fusión habría rellenado muchas de estas depresiones.
En resumen, este ingenioso modelo, que requirió complejas simulaciones dinámicas y térmicas, ofrece una explicación plausible para las discrepancias en la datación de la Luna, resolviendo una antigua controversia y profundizando en nuestra comprensión de la historia de nuestro satélite.