Caracas, 23 de enero de 2024. La ministra de educación, Yelitze Santaella, anunció recientemente un acuerdo con el ministerio de educación universitaria para que el sexto año de la educación técnica sea reconocido como el primer año de la educación superior. Esta medida busca ofrecer mayores oportunidades a los jóvenes que egresan de las escuelas técnicas y facilitar su acceso a la universidad.
Sin embargo, esta propuesta ha generado preocupación y rechazo entre el gremio docente, que considera que no está preparado para asumir este reto, debido al deterioro del sistema educativo y a las condiciones precarias en las que se desempeñan.
La presidenta del Colegio de Profesores de Carabobo, Zaida Silva, expresó su inquietud por esta idea y afirmó que el gremio “no se encuentra listo para unir lo universitario y técnico”1. Según Silva, actualmente hay un déficit de profesores, fallas tecnológicas y problemas económicos que impiden garantizar una educación de calidad.
Además, señaló que para integrar lo técnico y lo universitario se requiere de un personal especializado, que no solo domine el área básica, sino también el campo específico de cada carrera. “Es totalmente falso que ese chico va a salir preparado para tener un primer año universitario aprobado”, dijo Silva1.
Esta opinión es compartida por otros educadores, que ven con preocupación cómo se pretende improvisar una reforma educativa sin tomar en cuenta la realidad del país y las necesidades de los estudiantes. Así lo manifestó el presidente de la ONG Asamblea de Educación y profesor universitario, Tulio Ramírez, quien calificó la situación de crítica.
Ramírez indicó que la tasa de promoción de nuevos docentes en las universidades e institutos pedagógicos de Venezuela es cada vez menor, lo que evidencia la falta de relevo generacional y la poca atracción que tiene la carrera docente para los jóvenes. “No sólo no hay docentes preparados en las aulas, sino que no hay generación de relevo.
Ante este panorama, el gremio docente exige al gobierno que revise y rectifique su propuesta, que consulte a los expertos y a la comunidad educativa, y que garantice las condiciones necesarias para mejorar la calidad de la educación en todos sus niveles.