La noche de este domingo, el país se estremeció con la noticia de que Henrique Capriles Radonski, el precandidato a las Primarias de la oposición en Venezuela y abanderado de Primero Justicia, renunciaba a su aspiración presidencial.
Esta decisión, que sorprendió tanto a sus simpatizantes como a sus adversarios, se debe a la inhabilitación que le impuso el Tribunal Supremo de Justicia, que le prohíbe ejercer cargos públicos por 15 años.
Capriles, quien ha sido una de las figuras más relevantes y carismáticas de la oposición venezolana, anunció su retiro mediante un mensaje en su cuenta de Twitter, @hcapriles, donde expresó su dolor y su compromiso con la democracia.
“Quiero decirles que esta es una de las decisiones más difíciles que he tomado en mi vida”, escribió Capriles. “Pero lo hago pensando en el bienestar de Venezuela, que necesita una opción viable y realista para salir de esta crisis”.
El retiro de Henrique Capriles deja un vacío en el panorama político venezolano, y plantea interrogantes sobre el futuro de la oposición y de las elecciones presidenciales previstas para el 22 de octubre de 2023.
La dirección de Primero Justicia no ha hecho ningún pronunciamiento oficial sobre esta decisión, pero se espera que en los próximos días ofrezcan una rueda de prensa para explicar los motivos y las consecuencias de la renuncia de Capriles, así como para presentar una propuesta alternativa para la participación de la coalición opositora en las primarias.
Este acontecimiento también evidencia las dificultades y los obstáculos que enfrenta la democracia en Venezuela, donde el gobierno ha utilizado diversos mecanismos para impedir la participación y la competencia electoral de sus oponentes políticos.