18 de octubre de 2024-. Un 70 % de los casos de violencia machista perpetrados en la frontera entre Colombia y Venezuela, en los departamentos de Arauca y Norte de Santander (noroeste), corresponden a menores de edad, según el informe ‘Cuerpos para la guerra’ presentado este viernes por la Fundación Paz y Reconciliación (Pares).
En Arauca y Norte de Santander, el conflicto se materializa, entre otros delitos, en violencia de género y reclutamiento forzado de menores, siendo las más afectadas las mujeres, los migrantes, las personas del colectivo LGBT+ y los niños.
La embajadora de Canadá en Colombia, Elizabeth Williams, manifestó que el informe supone una «gran oportunidad» para fortalecer el papel fundamental de la sociedad civil y sus distintas expresiones en la construcción de la paz.
Violencia machista
Este año, Arauca se posicionó como el tercer departamento del país con más violencia machista del país, con 108,3 casos por cada 100.000 habitantes y 588 casos reportados en total, aunque se estima un gran subregistro.
Esta cifra supone un aumento del 65,93 % respecto a años anteriores y del total de casos, un 70 % se corresponden a víctimas menores de edad.
Además, el Instituto Nacional de Medicina Legal (INML) documentó en 2023 un total de 410 casos de «lesiones no fatales», cifra que en el primer semestre de 2024 supuso un total de 193, lo que indica una tendencia similar.
Después de la ciudad de Arauca, capital del departamento que cuenta con el 40 % de los casos de violencia machista, el municipio con más índices de violencia es Tame, con el 30 % de los casos reportados.
Por su parte, el departamento de Norte de Santander acumula, en lo que va de año, 331 casos de violencia de género según datos de la Defensoría del Pueblo, mientras que las cifras del INML recogen 466 solo en el primer semestre de este año.
Reclutamiento forzado
La Fiscalía colombiana contabilizó en Arauca 39 menores reclutados este 2024 cifra que, según el director del proyecto, Mauricio Valencia, podría ascender a 64.
Ese es precisamente uno de los principales inconvenientes, apuntó Valencia, que no hay una documentación exacta de los casos porque los familiares de las víctimas tienen miedo a denunciar los reclutamientos o la violencia, ya que se sienten en peligro por las consecuencias que esto pueda acarrearles de mano de las guerrillas.
En el departamento de Norte de Santander las víctimas de reclutamiento forzado son ya 56, el 80 % registrado en la región del Catatumbo, una de las regiones con más enfrentamientos entre grupos armados y donde más cultivos de coca hay.
«Hacemos un llamado a la sociedad civil para seguir presionando el diálogo, que pueda haber una intermediación entre el Gobierno nacional y los grupos armados y que esto conlleve a un desenlace positivo», concluyó Valencia.