PDVSA y la empresa india Reliance Industries retoman el intercambio de crudo tras meses de interrupción. Según el Diario La Calle (Valencia, 20 de diciembre de 2024), la reactivación del acuerdo, suspendido por las sanciones estadounidenses, se da gracias a una licencia otorgada en julio. Este intercambio, una muestra de la compleja situación regulatoria, se materializó a principios de diciembre con el envío de un superpetrolero cargado con 1,9 millones de barriles de Merey (crudo pesado venezolano) hacia el puerto indio de Sikka. A cambio, Reliance suministró a PDVSA 500.000 barriles de nafta pesada, indispensable para el procesamiento del petróleo venezolano.
Reliance, que había cesado la compra de crudo venezolano en marzo por temor a las sanciones, ha optado por una cautelosa vuelta al negocio tras asegurar la licencia estadounidense. Este acuerdo de trueque representa un alivio para Venezuela, cuyo sector petrolero se ha visto duramente golpeado por las restricciones, obligándolo a buscar alternativas comerciales para obtener productos esenciales para sus refinerías. La continuidad del intercambio, sin embargo, depende de la permanencia de la autorización norteamericana.
Este intercambio entre PDVSA y Reliance, aunque significativo, representa solo una pequeña parte del panorama global del comercio petrolero. Sin embargo, evidencia la profunda influencia de la política estadounidense en las decisiones comerciales internacionales. Mientras India retoma el intercambio con Venezuela, países como Rusia y China han ocupado un rol preponderante en la exportación de crudo venezolano en el último periodo. La fragilidad de las relaciones comerciales internacionales en un contexto de sanciones y regulaciones internacionales queda en evidencia con este intercambio, subrayando la importancia de la incertidumbre regulatoria para las empresas involucradas.