Un ataque sin precedentes liderado por Hamás sacude Israel, generando una escalada de tensión en la región. Durante la festividad judía de Sucot y en pleno sabat, cohetes lanzados desde Gaza impactan en Tel Aviv y Jerusalén, sumiendo al país en sorpresa, mientras las sirenas de alerta suenan sin descanso durante la madrugada.
El saldo inicial reporta al menos una víctima mortal y 15 heridos. Las autoridades israelíes alertan sobre la infiltración de agentes de Hamás en el país a través de la frontera, añadiendo preocupación a la situación. Israel declara estado de “preparación de guerra” y moviliza a sus reservistas en respuesta. Hamás asume la responsabilidad, alegando el lanzamiento de 5,000 misiles en 20 minutos.
Este episodio marca un aumento sin precedentes de la tensión en Oriente Medio. Israel advierte que sus enemigos “pagarán un alto precio”. El conflicto palestino-israelí, prolongado y sangriento, podría enfrentar consecuencias significativas en los próximos días.
El ataque revela un fallo en la inteligencia israelí, conocida por su sofisticada red de vigilancia. La coordinación sorprendente de Hamás plantea interrogantes sobre la capacidad de los servicios de inteligencia israelíes para prevenir y anticipar tales eventos.
La región está sumida en la incertidumbre, mientras la comunidad internacional observa de cerca en busca de posibles desarrollos adicionales.
Imágenes de EFE