La emblemática canción navideña venezolana, “El burrito sabanero”, compuesta por Hugo Blanco, ha vuelto a conquistar el mundo. Tras la versión de David Bisbal, que la popularizó en España, la canción sigue resonando en Latinoamérica, aunque ninguna interpretación ha eclipsado la original, grabada hace casi 50 años por el Coro Infantil Venezuela, “La Rondallita”. Ricardo Cuenci, el niño de 8 años que le prestó su voz a la inolvidable melodía, revela ahora, a sus 57 años, un dato sorprendente: ni él ni sus compañeros recibieron remuneración alguna por esta exitosa grabación. En una entrevista con la BBC, Cuenci confesó: “De niño, no supimos nada de dinero, ni de pagos. No recibimos ni un centavo, ni yo ni mis compañeros”.
Este hecho se suma a otra decepción de su juventud: su padre rechazó una oferta para que formara parte del famoso grupo Menudo, una decisión que, según él, cambió el curso de su vida. Con pesar, Cuenci comentó: “Creo que a mi papá le faltó visión. No me dejó entrar a Menudo, y eso me afectó mucho”. Este cúmulo de circunstancias, asegura, lo llevó a alejarse de la música y “apagarse” durante un tiempo, dedicándose a su familia y otras actividades.
Sin embargo, la música nunca desapareció por completo de su vida. Cuenci continuó formándose musicalmente, mientras desarrollaba otras habilidades. El persistente interés global por “El burrito sabanero” lo ha mantenido conectado con sus antiguos compañeros de coro, con quienes incluso planea una nueva versión del tema. De hecho, adelanta una sorpresa navideña: “El 24 de diciembre, subiré a YouTube una canción con mi nieta y mi tío Tony Cuenci, un gran tenor. ¡Hay talento para rato!”.
A pesar de las circunstancias, Cuenci expresa su gratitud por el legado de “El burrito sabanero” y la alegría que ha brindado a millones de niños alrededor del mundo. “Que cada niño escuche la canción y se llene de alegría, eso me llena a mí también”, finalizó.
