El embajador estadounidense saliente en México, Ken Salazar, declaró el viernes en rueda de prensa que la estrategia para frenar la inmigración irregular en 2025 debe concentrarse en el istmo de Tehuantepec y la frontera entre México y Guatemala, en lugar de la extensa frontera con Estados Unidos. Salazar anticipó la probable intención de la próxima administración Trump de reforzar la frontera entre ambos países, reconociendo su estado deteriorado y la necesidad de una reparación. Sin embargo, recalcó la urgencia de fortalecer los controles en el sur de México, especialmente en el istmo, una zona de 300 kilómetros que une los océanos Pacífico y Atlántico, y que resulta mucho más fácil de monitorear que los más de 3000 kilómetros de la frontera norte. La efectividad de esta estrategia se evidencia en el escaso éxito de las caravanas migrantes en cruzar el istmo en los últimos años, ya que la mayoría fueron disueltas por las autoridades mexicanas. Para Salazar, la clave reside en una colaboración bilateral eficaz y la asignación de recursos prioritarios. Esta estrategia de controlar el istmo, iniciada durante la primera administración Trump, fue adoptada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, priorizando esta zona por su mayor facilidad de vigilancia en comparación con la difícil geografía selvática de la frontera con Guatemala. Cabe mencionar que la construcción del tren interoceánico en el istmo, impulsada como proyecto de desarrollo económico por el gobierno mexicano, ha generado controversia entre las comunidades indígenas y su viabilidad económica aún es incierta. Finalmente, Salazar resaltó la importancia de la cooperación con Guatemala, país que ya ha endurecido sus medidas migratorias desde la primera administración Trump.