Caracas, 11 de junio de 2024 – Eduardo Strauch, uno de los sobrevivientes del trágico accidente aéreo en la Cordillera de Los Andes hace 52 años, ha llegado a Venezuela para una serie de conferencias motivacionales en Caracas. Sereno, seguro de sí mismo y profundamente inspirador, Strauch compartirá no solo su experiencia de supervivencia, sino también cómo esa odisea transformó su vida en un mensaje de esperanza y fortaleza.
Durante una rueda de prensa realizada este lunes, Strauch, ahora un arquitecto de 77 años, enfatizó que los 72 días que pasó en el Valle de las Lágrimas no fueron una tragedia ni un milagro, sino una “odisea” que se convirtió en una “historia fascinante”. Para él, esos días de frío extremo, hambre, sed, dolor, incertidumbre y muerte se han convertido en una poderosa lección de vida.
“Durante más de tres décadas, el foco estaba en el morbo del canibalismo que practicamos para sobrevivir,” dijo Strauch. “Con el tiempo, esa perspectiva ha cambiado. Ahora, nuestra experiencia en la Cordillera de Los Andes se ve como un testimonio de vida, amor, esperanza, amistad y trabajo en equipo.”
Strauch habló también sobre su percepción del tiempo y cómo aquellos días en la montaña, lejos de ser aburridos, estaban llenos de esperanza y pasión. “El tiempo sigue siendo un misterio para mí,” explicó. “Nunca nos aburrimos, contábamos los días con esperanza.”
En cuanto a sus miedos, Strauch compartió una reflexión profunda: “Le temo a no vivir intensamente, a quedarme sin tiempo para hacer todo lo que me falta. La vida debe ser disfrutada al máximo.”
El 13 de octubre de 1972, el avión Fairchild FH-227D de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrelló en la Cordillera de Los Andes durante un vuelo desde Montevideo a Santiago de Chile, con 45 personas a bordo, entre ellas miembros del equipo de rugby Christians Club. Eduardo Strauch, junto con otros sobrevivientes, enfrentó temperaturas de 30 grados bajo cero y pasó 72 días en condiciones extremas antes de ser rescatado.
Después de ser rescatado, Strauch recibió atención médica en el Hospital San Juan de Dios en Chile, donde solo necesitó hidratación y no presentó heridas graves ni necesitó ayuda psicológica. Adaptarse de nuevo a la vida cotidiana fue un desafío, pero Strauch encontró consuelo en regresar a la cordillera unas 20 veces después del accidente.
“He vuelto para disfrutar del silencio, para sentirme a salvo de la vorágine y del ruido, para no olvidar todo lo que allí aprendí, para hacer el luto de vuelta y llorar a mis amigos. Ese silencio me llena de fuerzas para seguir,” concluyó Strauch.
Las conferencias de Eduardo Strauch en Caracas prometen ser una fuente de inspiración para todos aquellos que asistan, ofreciendo una mirada profunda y personal a una de las historias de supervivencia más extraordinarias del siglo XX.