Caracas, 10 de octubre de 2023 – Citgo, la valiosa refinería y cadena de gasolineras con sede en los Estados Unidos y filial de PDVSA, la empresa petrolera estatal venezolana, se encuentra en una encrucijada crítica. De acuerdo con una orden emitida por el juez estadounidense Leonard Stark, la compañía tiene hasta el próximo viernes para llegar a un acuerdo con los acreedores del Grupo 1, o de lo contrario, enfrenta el riesgo inminente de ser subastada.
Este ultimátum legal ha desencadenado una carrera contra el tiempo para Citgo, que debe encontrar una solución antes de la fecha límite para evitar la orden de proceso de venta del juez Stark y el peligro de que se deniegue la petición de certiorari.
Citgo es considerada el activo exterior más preciado de Venezuela, ya que opera como la séptima refinería más grande de los Estados Unidos y gestiona una red de más de 4,000 gasolineras en todo el país. Si bien su empresa matriz ha valorado a Citgo en un rango que oscila entre 32,000 y 40,000 millones de dólares, algunas estimaciones sugieren que su valor real podría estar más cerca de los 13,000 millones de dólares. Esto destaca la magnitud de la situación, considerando que el PIB de Venezuela se sitúa en 96,600 millones de dólares, según el Fondo Monetario Internacional.
El conflicto legal que envuelve a Citgo tiene sus raíces en una larga disputa en la que los acreedores han reclamado más de 23,000 millones de dólares. Un tribunal en Delaware dictaminó previamente que Citgo era un “alter ego” del gobierno venezolano, lo que complicó aún más la situación.
El caso no está relacionado con las acciones del presidente Nicolás Maduro en Caracas, sino que se basa en la utilización de fondos de Citgo por parte del gobierno interino de Juan Guaidó, así como en la falta de cumplimiento de procedimientos corporativos adecuados.
La próxima semana se presenta como un momento crítico en la historia de Citgo, y los ojos de la comunidad financiera internacional están puestos en este desarrollo, que podría tener implicaciones significativas para el futuro de la compañía y las finanzas de Venezuela. La capacidad de Citgo para llegar a un acuerdo con los acreedores determinará si puede evitar la subasta y asegurar su futuro en medio de una compleja y prolongada disputa legal.